CRONICA DE UN TRIATLON. TRIATLON
MD SEVILLA 30/06/2015.
UNAS VECES SE GANA, SIEMPRE
SE APRENDE.
Este fin de semana pasado ocurrió
lo que me gusta que ocurra, fui a competir. Es para lo que entreno.
Nos desplazamos a Sevilla Santi y
yo con nuestras respectivas parejas. Durante el día todo tranquilo haciendo las
cosas que corresponden a una prueba de esta clase. Levantarse desayunar poco,
ya que sobre las 12:30 tendríamos que comer. Preparar el material, recoger
dorsales, “tunnear” las bicis…
Después de un año con lesiones y
contratiempos de salud. Llegó el gran día. Caluroso, ventoso. Pero las ganas pueden
con todo eso.
Comienza la prueba con dos para-triatletas,
un deficiente visual y una discapacitada física. Todo queda ahí pues yo estaba
concentrado en lo mío y era que en cinco minutos saldríamos a nadar.
Natación:
Comienza la prueba y ocurre lo
que nunca me había ocurrido. Un compañero entre la multitud se pone nervioso y
me hunde un par de veces, le digo que tranquilo y para delante. El río estaba
tan turbio que solo veías los pies y los brazos de los compañeros cuando
impactaban contigo. Como siempre palos en la salida, en la boyas. Una natación
un poco más larga 2100-2200 metros que no se me dio del todo mal (ya que con
terminar dignamente me conformo).
Ciclismo:
Realizo una transición tranquila,
sin pausas, ya que por los problemas de
pies decido ponerme calcetines. La salida es buena y antes de salir de Sevilla comienzo a buen ritmo adelantando
continuamente. No me olvido de beber y comer para que no falten energías. El
ritmo consigo mantenerlo y en los últimos 15-20 kilómetros me encuentro un poco
cansado y con el viento en contra. Pienso que todo el mundo está igual y me voy
poniendo objetivos y adelantando uno a uno. Objetivo conseguido y con fuerzas.
Ya que consigo una media de 32km/h
Carrera:
Llego a la carrera y con buenas
sensaciones. Me tomo un gel, me hidrato y comienzo de forma progresiva y en el
kilómetro 3 me encuentro con buenas sensaciones. Pero en el kilómetro 5 mi
cuerpo y mi cabeza quieren ir a más y mi pierna izquierda dice que no va a
poder ser. Empiezan los problemas en la parte posterior desde el piramidal,
isquios y gemelo. Veo a Leo y Amalia y les digo que las sensaciones no son buenas "tengo molestias en el gemelo". Tengo que parar pues me da un “leñazo”. No me limita y continúo
poco a poco. Voy recuperando las sensaciones poco a poco. Sigo hidratándome y
comiendo, frutas y geles. Me voy encontrando cada vez mejor y voy subiendo
progresivamente el ritmo. Pero en el kilómetro 16,50 me vuelve a dar “el leñazo” y ya sí me impide correr. Noto que
no es rotura, supongo que es una contractura que me impide correr. En decimas de
segundo decido terminar y voy cojeando hasta la meta, hasta que llego a la meta
donde en la cuesta de entrada y como llegaba con el cuádriceps izquierdo
sobrecargado me saltó. Llegada tras 5:10
Cuando llego no había cumplido mi
objetivo y no estaba contento. Otra vez en el momento justo saltan los
problemas. Parece que este año el camino tiene que ser difícil y sin disfrutar.
Pasados dos días llega a mi poder
la gran hazaña que hizo esa compañera paratriatleta y los problemas que
arrastra. A pesar de ello consiguió terminar el triatlón.
RAQUEL es una paratriatleta de
equipo Bikila que consiguió realizar los
2200m que se nadó, los 91km de bici y los 21 km corriendo. Nadó solo con los
pies pues su discapacidad no le permite utilizar los brazos (ella misma dice
que son de trapo)en poco más de una hora. Se subió a su bicicleta adaptada para
recorrer los 91 km en un día de calor y con viento por un terreno rompe piernas. Su adaptación hace que su posición
sea de todo menos aerodinámica. Llegó sobre las 22:40 a Sevilla con la noche
cerrada y con el tiempo de la prueba agotado. Siempre estuvo acompañada por
unas compañeras del Bikila (acompañada que no ayudada). Comenzó la media
maratón y en todo momento corriendo a pesar de sus dolencias. Las cuales trata
con morfina. También es intolerante a multitud de cosas por lo que solo se
alimento de plátanos y naranjas (un par de plátanos, una naranja y agua). Se
modifico el recorrido para que fuera por zonas con luz y acabo a las 01:45. Sus
compañeras le pusieron la medalla finisher que le dio la organización. Todos lo
que la acompañaron dicen que en ningún momento se le fue la sonrisa de la cara.
Y yo me pregunto ¿tengo motivos
para quejarme porque el gemelo no me dejo terminar la prueba corriendo? Me
siento mal después de haber conocido esta historia.
Como diría mi hermano “Ni Messis
Ni Ronaldos” estas son las historias que deberían conocer los niños y no los
coches que se han comprado y las fiestas que realizan.
Esto sí que es SUPERACIÓN,
constancia y todos los valores que me puedo imaginar y que dignifican lo que en realidad es el espíritu deportivo.
“GRACIAS RAQUEL”. No tengo ídolos, no tengo fotos con deportistas ni personas
famosas. Pero si algún día coincido contigo no dudaré en hacerme una contigo
(si tu quieres) porque desde hoy eres mi
ídolo.
Juan Manuel Hidalgo
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